libertad365.blogspot.com: Falso progresismo

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"Vos, como ciudadano argentino, si crees que los políticos no solucionan nuestros problemas eficazmente, esta es la oportunidad para alzar tu voz y decirles cómo deben hacer las cosas"

"Si deseas contribuir a mejorar nuestro país, ¡Danos tus ideas y propuestas sobre cualquier tema, problema, realidad o contexto! Estamos comprometidos en aumentar el valor del proyecto país que el pueblo argentino impondrá a los políticos"

Los líderes políticos deben cumplir con lo que el pueblo ordena, y es hora de exigirles que trabajen, se esfuercen y sean buenos gestores, administradores y gerentes, en lugar de seguir presentando ideas y propuestas


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martes, 1 de agosto de 2023

El falso discurso del progresismo y justicia social para perpetuarse en el poder

agosto 01, 2023 0
El falso discurso del progresismo y justicia social para perpetuarse en el poder

BAJO LA MÁSCARA DEL PROGRESISMO Y LA JUSTICIA SOCIAL, NUESTROS LIDERES POLÍTICOS NOS ROBARON NUESTROS SUEÑOS Y ESPERANZAS.


Nuestros líderes políticos han despojado a nuestra sociedad de sus ilusiones más profundas, han arrebatando la esperanza y las expectativas de un futuro mejor.


Los ciudadanos argentinos, debemos preguntarnos siempre. ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Cómo es posible que aquellos a quienes hemos elegido para representarnos estén fallando sistemáticamente en proveernos de un futuro mejor? La respuesta parece clara: tenemos líderes políticos que están más preocupados por sus propios intereses que por los intereses de la sociedad.

La falta de liderazgo y compromiso por parte de nuestros políticos ha dejado a nuestra sociedad desesperanzada y sin expectativas de cambio. No podemos permitir que la desilusión y la apatía tomen el control sobre nuestras vidas, tenemos que promover que en cuestiones de estado el pueblo sea el oferente y los políticos los demandantes, demasiado tiempo le hemos dado a los políticos que atropellen nuestras libertades.

Nuestros lideres políticos con sus discurso de progresismo y justicia social, han sembrado el pesimismo, han desvanecido nuestro optimismo, han inhibido nuestra creatividad, han opacado nuestros sueños que alguna vez tuvimos sobre el tipo de sociedad que queremos. Pero no todo esta perdido todos los argentinos vamos a promover que en políticas de estado el pueblo sea el oferente y los lideres políticos los demandantes, todos unidos tenemos que decirle a los políticos, no queremos más sus ideas y propuestas, porque sus ideas ideas y propuestas son atraso, subdesarrollo, hambre y miseria.

Nuestros líderes políticos, en nombre del progresismo y la justicia social, han erosionado nuestras emociones colectivas, privándonos de la alegría y la esperanza que deberían impulsar nuestras vidas. Con su discurso retórico nuestros lideres políticos atados al manto de progresismo y justicia social, han minado la confianza de la población y del sistema político en general. Bajo la bandera del progresismo y la justicia social, nuestros líderes políticos han permitido que los valores y principios fundamentales se desdibujen y se pierdan en la corriente de intereses personales y partidistas.

Nuestros lideres políticos bajo el discurso de progresismo y justicia social ha dejado a nuestra sociedad vulnerable y desprovista de los valores, de ética que son los pilares que sostienen una buena convivencia. El enfoque obsesivo en el progresismo y la justicia social ha llevado a que nuestros líderes políticos descuiden la provisión adecuada de alimentos, descuiden el control de la  inflación, descuiden la promoción del empleo , del ahorro y la inversión. Hoy somos una sociedad en decadencia.

Nuestros líderes políticos, al priorizar el progresismo y la justicia social, han dejado pasar las oportunidades de crecimiento y desarrollo que podrían haber impulsado a nuestra sociedad hacia un futuro más próspero. El discurso de progresismo y justicia social ha dejado a nuestra sociedad en constante inquietud y ansiedad, en lugar de brindarles la tranquilidad y la estabilidad que merecemos.

Nuestros líderes políticos, en su búsqueda de progresismo y justicia social, han descuidado la importancia de cultivar una ética cívica sólida y han socavado los fundamentos de nuestra convivencia democrática. Bajo el discurso de progresismo y justicia social, nuestros líderes políticos han generado desigualdades y han dejado a amplias capas de la población sin acceso a oportunidades educativas, laborales y de desarrollo personal.

Nuestros líderes políticos, en su afán por promover el progresismo y la justicia social, han descuidado la seguridad y han dejado a nuestra sociedad expuesta a situaciones de violencia y delincuencia. Con el pretexto del progresismo y la justicia social, nuestros líderes políticos han utilizado recursos públicos de manera inapropiada, generando corrupción y perjudicando el crecimiento económico y el bienestar de la población.

El discurso de progresismo y justicia social ha sido utilizado como un instrumento de manipulación por parte de nuestros líderes políticos, quienes han sabido cómo explotar las aspiraciones legítimas de la sociedad en beneficio propio. Nuestros líderes políticos, al enarbolar el progresismo y la justicia social, han ignorado la importancia de la meritocracia y el esfuerzo individual, promoviendo un sistema que recompensa la mediocridad y el conformismo.

Bajo el discurso de progresismo y justicia social, nuestros líderes políticos han debilitado las instituciones independientes y el Estado de derecho, han socavando la integridad y la transparencia en la gestión pública. La retórica de progresismo y justicia social ha sido utilizada para generar divisiones y confrontaciones artificiales entre diferentes sectores de la sociedad, desviando la atención de los verdaderos problemas y desafíos que enfrentamos los ciudadanos argentinos.

Nuestros líderes políticos, en su afán por promover el progresismo y la justicia social, han impuesto políticas públicas ineficientes y burocráticas, generando un estancamiento en el desarrollo económico y social. Bajo el pretexto del progresismo y la justicia social, nuestros líderes políticos han limitado la libertad individual y han coartado el ejercicio de los derechos fundamentales de la ciudadanía.

Nuestros líderes políticos, en nombre del progresismo y la justicia social, han generado dependencia del Estado y han desincentivado la responsabilidad individual, han perpetuando un ciclo de pobreza y falta de movilidad social. Bajo la máscara del progresismo y la justicia social, nuestros líderes políticos han promovido políticas de redistribución de la riqueza que, en lugar de fomentar la igualdad de oportunidades, han generado resentimiento y división entre los ciudadanos.

El discurso de progresismo y justicia social ha sido utilizado por nuestros líderes políticos como una cortina de humo para encubrir su incompetencia en la gestión pública y desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrentamos como sociedad. Nuestros líderes políticos, bajo el pretexto del progresismo y la justicia social, han promovido un discurso victimista que fomenta la dependencia del Estado y la falta de responsabilidad personal.

Bajo el discurso de progresismo y justicia social, nuestros líderes políticos han promovido una agenda ideológica que busca imponer una única visión del mundo, marginando y silenciando a aquellos que discrepan o tienen opiniones diferentes. Bajo la bandera del progresismo y la justicia social, nuestros líderes políticos han utilizado la retórica de los derechos humanos como una herramienta selectiva para favorecer ciertos grupos, mientras ignoran las violaciones de derechos en otros contextos y al resto de ciudadanos. Bajo el discurso de progresismo y justicia social, nuestros líderes políticos han utilizado el poder para enriquecerse y beneficiar a sus allegados, en lugar de trabajar en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Nuestros líderes políticos, en su búsqueda del progresismo y la justicia social, han utilizado la educación como un medio de adoctrinamiento. Bajo el discurso de progresismo y justicia social, nuestros líderes políticos han utilizado la redistribución de la riqueza como una excusa para aumentar los impuestos y cargar a la clase media y los emprendedores, obstaculizando el crecimiento económico.

Nuestros líderes políticos, en nombre del progresismo y la justicia social, han implementado políticas de control estatal excesivo que han limitado la libertad individual y la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones autónomas. Bajo la bandera del progresismo y la justicia social, nuestros líderes políticos han promovido la cultura de la envidia y la demonización del éxito, generando resentimiento hacia aquellos que han logrado prosperar a través de su esfuerzo, de su trabajo, creatividad y talento.

Nuestros líderes políticos, al utilizar el progresismo y la justicia social como un discurso populista, han creado expectativas falsas en la población, prometiendo soluciones rápidas a problemas complejos que no pueden cumplir. Bajo el discurso de progresismo y justicia social, nuestros líderes políticos han utilizado la demagogia para ganar apoyo popular, sin presentar propuestas concretas y viables para solucionar los problemas reales de la sociedad.

Nuestros líderes políticos, al utilizar el progresismo y la justicia social como una herramienta de manipulación, han desviado la atención de los verdaderos problemas estructurales del país, como la corrupción, la falta de transparencia y la ineficiencia en la gestión pública.